Simenon en Estados Unidos (1945 – 1955)

I. El día que Simenon huyó de Francia.

Agobiado por el clima de delación, purgas y ajustes de cuentas de la Francia de la postguerra, Georges Simenon decidió emigrar a Estados Unidos en el verano de 1945. El escritor belga era blanco de múltiples investigaciones por su supuesto colaboracionismo con las fuerzas de ocupación alemanas. Las acusaciones más graves eran rumores infundados y las menos serias provenían del haber escrito artículos de carácter no político para publicaciones afines al régimen de Vichy. Simenon intentó defenderse por medios legales, pero aunque los ataques carecían de fundamento, le resultaron difíciles de desmentir y menos acallar.

Poco antes de partir, su hermano Christian, a quien apenas menciona en sus múltiples memorias y autobiografías, se juntó con Georges en París para pedirle consejo. Christian, quien pasó la guerra en la Bélgica ocupada, huía de las nuevas autoridades dada su militancia en el movimiento Rex, organización fascista belga que colaboró con el nacionalsocialismo e incluso envió voluntarios a pelear a la Unión Soviética. Enfrentado a la disyuntiva de entregarse, asilarse en países como la España franquista, o enrolarse en la Legión Extranjera, su hermano mayor le aconsejó que hiciera lo último. Concordaron que era la única alternativa que le permitiría a Christian salvarse de una inminente ejecución y limpiar en cierta medida su nombre ante los nuevos gobiernos democráticos de Francia y Bélgica. El hermano menor de Simenon pasó a llamarse Christian Renaud y moriría peleando por la Legión en Tonkin, Vietnam. Este episodio fue la inspiración de El fondo de la botella (1949), novela de Simenon que transcurre en Arizona y describe la relación entre dos hermanos, uno de los cuales acaba de escapar de la cárcel y necesita ayuda para cruzar la frontera con México.

La acusación que pendía sobre Christian terminó por convencer a Georges que, pese a su propia inocencia, debía escapar de Francia. Su primera esposa, Tigy, ha comentado con posterioridad que otro de los motivos de Simenon para mudarse a EE. UU. radica en su fascinación por escritores como Faulkner, Hemingway y Erskine Caldwell. El belga se sentía un autor consagrado en Europa y quería medirse con sus símiles estadounidenses, que más que escritores  eran considerados verdaderas estrellas en su país. Sea cual sea la convergencia de razones que llevó a Simenon a vivir por una década en  Estados Unidos, lo concreto es que llegó a Norteamérica junto a Tigy y su hijo Marc como tantos otros: huyendo.

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