Reseña del escritor Carlos Henrickson a La ciudad de los hoteles vacíos en Letras.s5.com.
«Los escenarios que presenta Baeza -paisajes rurales, pequeñas ciudades, suburbios de inmigrantes- nos llevan con seguridad y capacidad descriptiva casi virtuosa a la forma de funcionamiento de esa máquina en toda su eficacia de devastación psicológica y emocional. Los personajes no son los seres cínicos y vaciados de toda una corriente malditista: ante ese fin de mundo, esta narrativa no asume el papel de los lousy little poets trying to sound like Charlie Manson de la canción de Leonard Cohen. El momento que elige Baeza para el retrato es precisamente el de la conmoción, la conciencia profunda del fin de lo humano y de la necesaria sobrevivencia en el desierto resultante».